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LOS ESPECIALES DE LA 10

APOLO y EL ARBOL DE LA GLORIA

Estaba Apolo, en el bosque, el hijo de Júpiter, cuando vio a Eros, el dios del amor. Eros se acercó a unas de las flechas del dios y Apolo exclamo:- cuidado que te vas a lastimar con eso he dado muerte a esa terrible serpiente-señalando al animal.-no te jactes Apolo igual que tus flechas las mías pueden atravesar los corazones de los mortales como también el de los poderosos dioses .Apolo no pudo disimular su risa y claro que Eros se enojó por la burla y después de que Apolo se alejó el pequeño dios pensó en un plan.

       De repente vio a Dafne, una hermosa muchacha. De ahí surgió la hermosa risita del niño.  

     Entonces mientras Apolo escalaba la montaña hasta su humilde hogar Cupido alzaba su arco hacia el pecho del joven dios haciendo que se enamorara de Dafne. Un momento después apuntó la flecha hacia el corazón de la joven .Apenas la chica lo vio sintió desprecio por el joven.

      Su libertad era lo que más le importaba y cayó de rodillas en la costa, como una piedra más. Pero la melodía de una lira que anunciaba la llegada de Apolo le demostró que estaba equivocada  entonces levantó la cabeza  y los brazos. Apolo le dijo –no te olvides de quién soy yo- le dijo con un tono serio- y te ordeno que mañana en la mañana te cases conmigo ¿esta claro?-después de a ver dicho eso, se retiró a su casa. La muchacha aprovechó la luz de la luna para escapar, Dafne corrió y corrió no le importo que su vestidura se rasgara entre los espinos solo quería alejarse lo más lejos posible de Apolo. Llegó hasta un río y al ver que se había alejado cayo como una piedra, la pobre pensó que había sacado de su vida a Apolo agradeció de todo  corazón a los dioses.  

                                                                                                                                                                                                                                                                  

      Pero lo que ella no sabía era que Apolo se acercaba. Ella al oír la lira les suplicó a los dioses amparo. Todos ellos la escucharon   ellos lamentaron su pena y corrieron a prestarle su ayuda. De pronto Dafne  sintió la frescura de la savia que le recorría entera por todo su cuerpo. Apolo se lamentó de haberla seguido y desde entonces se quedó en el árbol para siempre.

 

Dios de las artes, del sol, la luz, la belleza APOLO.                                                                             

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