ORFEO, LA SOMBRA DEL AMOR
Orfeo acompañaba a navegantes famosos en sus viajes, porque dicen que cuando los navegantes se cansaban, tocaba su lira, y al instante se llenaban de energía y continuaban el viaje, hasta que un día se enamoró de una mujer, llamada Eurídice se querían tanto que terminaron casándose. Cierto día, mientras su amada paseaba con sus amigas, un animal rabioso la mordió y la mordedura resultó fatal y murió al instante. Cuando Orfeo se enteró de la noticia lloraba día y noche desconsolado. Pero un día se le ocurrió viajar al mundo de los muertos para rescatar a su prometida. Al día siguiente emprendió él viaje con una tripulación. Al llegar al mar tragedia le contaron que no podían cruzar el mar con ese barco, por que el mar tenía el poder de hundir todos los barcos que querían transitar esa corriente aborrecible. La nave de un anciano, desagradable e interesado que no estaba dispuesto a trabajar se apareció de repente. -Por favor necesito que me cruce -pidió Orfeo cuando lo vio. -Imposible -contestó el viejo- ningún mortal lo hizo hasta hora. No entiendo tu pretensión. ¡Es la idea más necia qué escuché! Ese viajé nunca fue de placer, amigo mío. Está prohibido han partido para siempre. Dicho esto Orfeo comenzó a tocar una hermosa melodía con su lira, que al anciano le llego al alma que no tenía y lo cruzo hasta la temible tierra de Hades. Al tocar la puerta del castillo del infierno del muerto. Orfeo le suplicó a Hades que dejara a su prometida pero Hades le dijo: No, nunca la dejare ir a tus brazos, nunca la tendrás.- Orfeo pensó que si tocaba la lira el corazón de Hades se ablandaría… Y finalmente vivieron felices para siempre.
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